La fascinante historia de la teja colonial chilena: arte, tradición y arquitectura.
La teja colonial chilena es un tipo de teja tradicional que ha sido utilizada en Chile desde la época colonial, aproximadamente desde el siglo XVI. Esta teja se caracteriza por su forma curva y su color rojizo, lo que le otorga un aspecto muy distintivo y atractivo. Además, la teja colonial chilena ha sido un elemento importante en la arquitectura tradicional del país, especialmente en áreas rurales y en construcciones históricas.
Las tejas coloniales chilenas se fabrican principalmente a partir de arcilla, un material natural y abundante en la región. La arcilla se amasa y se moldea en una forma curva, luego se deja secar y finalmente se hornea en un horno a altas temperaturas para darle resistencia y durabilidad. El resultado es una teja sólida y resistente al agua, ideal para proteger las construcciones de las inclemencias del tiempo.
En cuanto a su instalación, las tejas coloniales chilenas se colocan de forma solapada, es decir, una encima de la otra, siguiendo un patrón que asegure un correcto desagüe del agua de lluvia. Esto evita filtraciones y humedades en el interior de la construcción. Además, su forma curva permite que el aire circule por debajo, lo que ayuda a mantener una temperatura agradable en el interior de la edificación.
A pesar de que la teja colonial chilena se ha utilizado durante siglos, en la actualidad sigue siendo una opción popular para techos en Chile, especialmente en construcciones que buscan mantener un estilo tradicional. Además, su resistencia y durabilidad hacen que sea una opción de techo muy apreciada en zonas donde el clima es húmedo o lluvioso.
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